La cantidad de funcionarios publicos no elegidos se ha venido incrementando rápidamente desde hace 10 años. El crecimiento de la burocracia ha conllevado el incremento paralelo de las normas que regulan las actividades de los ciudadanos. Esta expansión del Estado se justifica argumentando la mas eficiente provisión de servicios y bienestar al ciudadano. En este caso también se refiere a la necesidad de mayor eficiencia y control de la inversion y gastos de estos programas estatales de transferencia y resguardo de ese bienestar.

De cualquier modo es notorio y observable el efecto retardante en la provision de servicios, a causa de los procesos aplicados por esa estructura funcionarial pública. Las dilatadas y onerosas secuencias administrativas que conyevan la realización de proyectos de inversión pública, son ejemplos de esta ineficiencia. Tomando en cuenta esta situación, el problema de la organización del Estado, requiere de enfoques alternativos para la mejor provision de los servicios. Se sugiere que para diseñar y construir una nueva configuración de Estado, manteniendo a la tecnocracia, se requieren tambien construir nuevas entidades políticas. La forma informal de gobierno como poder constituyente, en continua evolución, puede considerarse como una alternativa de salida a esa condición paralizante que adopta la burocracia.

De este modo, el camino de esta democracia participativa, adopta una naturaleza dinámica, donde el proceso permanente de participación puede establecer los objetivos ciudadanos, que emergen a partir de la toma de decisiones en el ambito privado, en contraste a los objetivos tecnocraticvos que son el cumplimiento de las mismas normas (ciclo perverso). Construyendo una alternativa al discurso tecnocrático, y su poder subyacente, permitiría construir y reforzar los medios y fines que los ciudadanos proponen. Esto esta lejos de aquel diseño, formulado y aplicado por el funcionariado profesional, que busca incrementar y consolidar el control sobre multiples aspectos sociales y políticos. Esta visión es problemática pues sostiene que no hay alternativas a la tecnocrácia, donde los expertos relegan la opinión e iniciativa de los ciudadanos 1.

Referencias

  1. Oscar L. Larsson. 2021. Technocracy, governmentality and post-structuralism. Critical Review 32(1-3): 103-123. Taylor and Francis.