El Perú exhibe una alta fragmentación electoral debido a su diversidad sociocultural y a un sistema electoral que promueve la representación de las minorías. El sistema parlamentario del país se ha fragmentado cada vez más desde las elecciones de 1990, y ahora alberga a 15 partidos diferentes en su parlamento de 130 miembros para el período 2021-20261. Para elegir a los miembros del Congreso del Perú, el país emplea un sistema de representación proporcional dentro de múltiples distritos electorales. Este sistema permite la participación de una amplia gama de partidos políticos en la legislatura, lo que contribuye a la fragmentación observada en su panorama político. El número de agrupaciones partidarias en el Congreso aumentó significativamente de 2016 a 2019, y el Congreso electo en 2021 comenzó con diez bloques pero se amplió a trece (Barrenechea y Vergara 2022)2.

Este constante cambio y fragmentación podría haber dificultado el mantenimiento de una dirección política coherente. Sin embargo, no ha socavado la eficacia de la transición de gobierno, ni han conducido a la erosión de la democracia. Por el contrario, estos factores han contribuido a una forma de estabilidad al impedir la concentración de poder, contribuyendo al fortalecimiento de la democracia observado en el Perú. El panorama político en este país está marcado por una continuidad de las políticas económicas que permite que la democracia sobreviva a pesar de la inestabilidad y la impopularidad de los gobiernos. Este sistema, fomenta la personalización de la política y complica la formación de gobierno; en cualquier caso, esta realidad también ha estado promoviendo la búsqueda de consensos y el aprendizaje institucional en los últimos años. Un ejemplo de ello es el actual acuerdo entre la presidencia de Boluarte y Fuerza Popular, que asegura su continuidad hacia 2026, según lo declarado por el presidente Fujimori en febrero de 20243.

El intrincado e impredecible proceso de formación del gobierno, a partir de una minoria congresal, todavía depende de las relaciones personales entre los líderes políticos más que de las alineaciones políticas, aunque existe un consenso económico en general. Sin embargo, la fragmentación persiste y, a pesar de los desafíos que presenta para la estabilidad del gobierno, Perú ha mantenido su democracia desde 1993. Empleando las categorías sugeridas por Veenendaal (2021)4, este caso refleja un caso desviado de inestabilidad política extrema junto con una alta estabilidad del régimen. El análisis señala el fortalecimiento de los vínculos políticos entre los políticos y la sociedad en los niveles inferiores de representación, después de la presidencia de Fujimori y a lo largo del proceso de descentralización regional y local que se inició en el 2002.

Como puede observarse, las complejidades de la operación política del Perú brindan la oportunidad de un estudio más profundo en lugar de categorizar a los estados simplemente como democráticos o no democráticos. Esta extrema inestabilidad política, junto con una alta estabilidad del régimen, se materializa en una forma de devenir democrático. Esta evolución se caracteriza por un aumento de la capacidad de gobernabilidad a nivel local, buscando que el Estado cumpla con sus funciones, destacando el persistente empeño de participación decentralizada y autónoma. De este recorrido emergen los cimientos de la democracia, a partir de un énfasis significativo en las ganancias a corto plazo tanto en las campañas como en la gobernanza regional y municipal.

Referencias

  1. https://www.congreso.gob.pe/losgruposparlamentarios/ consultado el 28FEB2024 ↩

  2. Barrenechea R., Vergara A. (2022). Peru: The Danger of Powerless Democracy. Journal of Democracy, 34(2): 77-89. Johns Hopkins University Press. ↩

  3. https://elpais.com/america/2024-02-20/alberto-fujimori-hace-de-portavoz-de-la-oposicion-y-asegura-la-continuidad-de-dina-boluarte-hasta-2026.html consultado el 28FEB2024 ↩

  4. Veenendaal W. (2021) How instability creates stability: the survival of democracy in Vanuatu. Third World Quarterly, 42:6, 1330-1346, <DOI:10.1080/01436597.2021.1890577> ↩