“It is not our intellect that created our morals, rather human interactions goberned by our morals make possible the growth of reason and those capabilities associated with it” (Hayek citado por Sciabarra 1995).

El miedo al caos

El modo informal de construir el territorio, posee apoyo oficial de los alcaldes y congresistas, elegidos por la población. El apoyo a estos emprendimientos informales consiste en la formalización de los lotes, la revisión de sus estructuras, y promoción de inversiones públicas, a través de la promulgación de normas que intentar organizar la forma de la ciudad que emerge en las zonas marginales.

Al mismo tiempo, un sector de la tecnocracia burocrática y académica busca imponer en la agenda pública el enfoque racional del planeamiento urbano, empleando argumentos éticos para descalificar el modo de construcción social del territorio urbano marginal. Algunos adjetivos que estos grupos utilizan para caracterizar la urbanización informal son: insostenible, ineficiente, marginal y discriminatorio. El empleo de categorías modernistas de control restrictivo, orientadas hacia la creación de un orden utópico, contrasta con el modo de vida informal, que usa elementos culturales e idiosincráticos presentes en la evolución de la cultura peruana.

Con el fin de discutir el empleo de los adjetivos por parte de esa corriente utópica racional, se deconstruye el discurso tecnocrático y su matriz mercantilista. En este ejercicio, se hara referencia al tipo de urbanización informal mas extremo, aquel realizado en los cerros.

Insostenible

La sostenibilidad es un concepto difuso, dificil de emplear en el análisis de las condiciones del territorio, por eso la reemplazaremos con su acepción de durabilidad, porque también se aplica a la materialización permanente (durable) del trabajo individual realizado a partir de la interacción social. La forma de autoconstrucción de viviendas caracteriza a la urbanización informal. La evolucion progresiva de la estructura en el tiempo implica la selección de los materiales y un diseño estructural adaptado a las condiciones de habitación del cambiante grupo familiar y también a los recursos económicos disponibles.

Sin embargo, hay que tomar en cuenta que esa materialidad es provisional precaria; las evaluaciones realizadas en esas unidades de vivienda 1 concuerdan en su deficiencia estructural, vulnerable frente a eventos sismicos. La pendiente del terreno exige la construcción de obras adicionales de afianzamiento, cuya calidad es pobre. La durabilidad de las estructuras por tanto es dependiente de la inversión de cada familia. En todo caso, a la fecha las estructuras mas antiguas, tienen una edad de 60 años, como en el cerro San Cristobal. La permanencia de ellas requiere estudios para evaluar las condiciones de su durabilidad. El argumento de insostenibilidad es discutible en cuanto a su extensión social y material, la durabilidad todavía no ha sido probada, y la infraestructura habitacional sigue prestando servicio a la fecha; además, se encuentra integrada al mercado de la vivienda.

cerro (Fuente: https://de.dreamstime.com/redaktionelles-stockbild-elendsviertel-cerros-san-cristobal-lima-peru-image93608489)

Ineficiente

Se asume que esta crítica se refiere al uso de los recursos presentes en el sistema urbano. El recurso principal y el objeto de gestión es el suelo marginal. Su transformación la realizan individuos que buscan cubrir la necesidad de vivienda. El resultado es la vivienda particular. La construcción de viviendas en laderas significa un desafio constructivo tanto de la vivienda como de la infraestructura vial, de servicios, equipamiento, etc. La inversión requerida por un plan de vivienda formal haria inviable, en terminos de flujo de caja, la edificacion de viviendas unifamiliares siguiendo los lineamientos normativos de habilitación urbana y construcción.

Por tanto, la emergencia de barrios y ciudades en las laderas, cuya inversión progresiva es asumida por los pobladores y por el Estado en conjunto. Esta actividad permite habilitar en el tiempo un terreno sin valor hasta mercantilizarlo. Esta construcción progresiva tambien implica la incorporación de acciones y valores diferentes a las determinadas en el sistema de producción capitalista que promueven los que abogan por el orden racional modernista. En este caso la crisis de acceso a la vivienda se convierte en “posibilidad de crear representaciones, traducciones e instituciones no capitalistas de valor socialmente producido” 2.

La creación de una estructura social en el proceso de urbanización informal es una forma de resistencia al proceso de acumulación del capital expresada en los prestamos hipotecarios. La población organizada para solicitar diferentes servicios y la titulación, completa la creación de una estructura socio-espacial urbana cuyo valor de mercado refleja el trabajo empleado y cuya plusvalia queda en manos del poblador. Resulta un modelo eficiente de creación de valor y de capitalización tanto de la inversión individual, como del aprendizaje organizacional.

Marginal

Como en los anteriores casos, la marginalidad tiene varias acepciones, nos referiremos a la localización y condiciones constructivas primero, para luego discuutirla en la dimensión de las relaciones sociales de producción, en su lógica de aprovechamiento y multiplicación del trabajo. En términos de distancia a los centros productivos y de servicios, la localización importa en el valor de mercado. La mayoría de ocupaciones informales en laderas se ubican en la periferia de los valles de Chillon, Rimac y Lurin.

Debido al bajo costo del terreno y la posibilidad de auto-construcción, los terrenos marginales se desarrollan en periodos largos de tiempo, acompañados, como ya se mencionó, tanto por la disponibilidad de recursos como por la demanda de espacio de la familia en crecimiento. El resultado se materializa en nuevos espacios producidos socialmente y con valores sociales y de mercado. Todo este proceso no requiere financiamiento hipotecario, ahorandole a estas familias los costos de intereses y devoluciones del capital principal.

Entonces, la marginalidad entendida en el plano de las relaciones sociales, requiere incorporar en la discusion la forma de reproducción capitalista del trabajo, necesario para que las actividades productivas o de mantenimiento de estatus en la clase que concentra los recursos siga manteniendose. Como se mencionó, lineas arriba, el proceso de urbanización informal bloquea el proceso de acumulación realizado a través del crédito bancario. Sin embargo la marginalidad en la obtención de recursos determina que la reproducción del trabajo no calíficado se concentre en estas urbanizaciones marginales. Pero esta forma de lucha por la vivienda, podria describirse como una lucha por la reproducción de modos de vida que exceden los dispositivos financieros.

Este modo de vida marginal, se sustenta por tanto en una estrategia de adaptación a las condiciones de mercado impuestas. El poblador marginal las hace frente y crea nuevas condiciones. El nuevo orden ya no es marginal, es una economía hegemónica, cuya influencia emerge en el orden de la ciudad en los cerros. Las condiciones creadas de auto-organización y auto-valorización sustentan este modo de vida.

Discriminatorio

Comparemos la vivienda informalmente producida, con la alternativa que tiene el grupo social que la habita. En este caso el gobierno y los desarrolladores privados ponen a disposicion la denominada vivienda social. Estos son departamentos localizados en edificios de gran altura que conforman un sector de alta densidad en la ciudad. La localizacion de estas areas residenciales depende en algunos casos de la disponibilidad de lotes propiedad del estado que se entregan en un esquema de subvención a los desarrolladores permitiendo obtener precios menores a la oferta de mercado.

La vivienda social asi concebida y realizada, posee mejores condiciones físicas, sobretodo en términos de acceso a servicios básicos y la disminución del riesgo frente a desastres naturales. Dichas condiciones de habitabilidad son expresadas por esos agentes mercantiliztas descalificando el valor que crean en otros espacios, los pobladores informales.

Entre los valores no solo estan los económicos, sino como ya se indico lineas arriba están tambien la auto-organización y la auto-valorización. Estos pobladores informales, se organizan y tambiém eligen a sus autoridades municipales y a sus representantes parlamentarios, quienes los representan en estos casos. Y son estas autoridades elegidas las que promulgan normas de titulación e invierten dinero público en obras de habilitación urbana3.

De esta manera, la urbanización informal se construye como un esquema de organización social y económica que permite a los individuos ejercer y defender su autonomía ciudadana dentro del libre mercado. El poblador informal elige su esquema financiero a la medida de sus posibilidades. Está práctica anarquista se observa a través de la libertad en la toma de decisiones, su participación en procesos políticos y la construcción de comunidad empleando el activismo y la democracia participativa4. Esos valores le permiten alejarse del discurso discriminatorio, que lo califica sin tomar en cuenta su práctica diaria y que que pretende incorporarlo al esquema de mercantilista del credito bancario, que no requiere y no lo abarca.

Ontología del desarrollo urbano informal

Las escasas relaciones entre los vecindarios informales y los mercados de capital, se reflejan en la ausencia de credito privado en forma de hipotecas. De esta manera el poblador informal escapa de los poderes coercitivos del capital bancario y emerge como un actor que define su forma de acceder a la vivienda en el mercado libre de financiamiento hipotecario. Frente a este desarrollo autonomo y económico a escala local, la tecnocracia utópica y los desarrolladores inmobiliarios, como manifestación de un modo de comercio mercantilista, promueven la llamada “vivienda social” como una solución que pretende ser objetiva, pero quiza emplea al Estado como un instrumento como un elemento de cartelización. Las estructuras estáticas de inspiración constructivista y racionalista, junto a las mas fluidas de poder económico y mediático, se involucran en una operación que influencia las políticas nacionales de vivienda. Historicamente el Estado en todos sus niveles, y en una aparente contradicción, interviene y apoya ambas posiciones. La urbanización informal se materializa físicamente día a día, mientras que el planeamiento racional cristaliza en normas de dificil implementación, como la ley de Desarrollo Urbano Sostenible, que sin dirección y sin apoyo político se desvanece en medio de la turbulenta construcción social del espacio urbano peruano.

El estudio de las críticas moralizantes al proceso de urbanización informal, permite identificar en ese proceso la expresión de una forma de vida, que a su vez provee los fundamentos ontológicos para comprenderla en su raiz, esa misma raiz que da lugar a la aparición de consecuencias inesperadas en la construcción social del territorio marginal. Las estrategias de análisis expuestas se basan justamente en esa exploracion del ser informal como realización, lo cual permite abordar las determinaciones presentes en la transformación progresiva del terreno y la vivienda informal, a través de sus escalas. Los valores morales que adoptan tanto los pobladores informales, como los funcionarios públicos y privados que operan en este contexto, son artefactos culturales resultado de la evolución social, las costumbres y las tradiciones, que trascienden la situación presente y se materializan en ese proceso de urbanización. De este modo, al igual que Hayek 5, quiza deberiamos estar menos interesados en moralizar y mas bién poner mucho mas interés en reconstruir (para comprender mejor) las tradiciones culturales y morales, que llenan importantes necesidades sociales como la vivienda; de este modo, el devenir de la urbanización informal nos enseña que no puede haber un sistema moral absoluto, independiente del orden social en el cual la persona vive mientras construye su vivienda.

Referencias

  1. Iparraguirre, L. A. 2018. Evaluación de vulnerabilidad sísmica en las viviendas autoconstruidas de albañilería, en el sector central Barrio 2 distrito de El Porvenir, 2018 [Tesis de licenciatura, Universidad Privada del Norte]. Repositorio de la Universidad Privada del Norte. Recuperado de https://hdl.handle.net/11537/14970 

  2. Diego Szturwalk en el prólogo del libro Marx y Foucault (Negri 2019). 

  3. Espinoza, Alvaro y Ricardo Fort. 2017. Inversión sin planificación: La calidad de la inversión pública en los barrios vulnerables de Lima. Grupo de Análisis para el Desarrollo-GRADE. 

  4. DeLeon A.; Love K. 2009. Anarchist theory as radical critique: challenging hierarchies and domination in the social and “hard” sciences. In: Amster, DeLeon, Fernandez, Nocella y Shannon (Eds.), Contemporary Anarchist Studies: an introductory anthology of anarchy in the academia (1st. ed., pp. 159-165). Routledge. 

  5. Sciabarra, C.M. (1995). Marx, Hayek, and Utopia. State University of New York Press.