Estudio del ordenamiento territorial
Justificación del Estado
Las relaciones entre individuos en una comunidad se regulan a traves de normas e instituciones formales e informales. Los Estados nacionales adoptan estas regulaciones para gestionar los recursos comunes. En el modelo de estado liberal, implementado a partir del siglo 18, se proponen estructuras de gestión pública que intentan obtener un balance entre los intereses de los ciudadanos y de los agentes involucrados en el gobierno.
El marco institucional establecido en los estados liberales, surgidos a partir del siglo 18, por ejemplo el delineado en la Constitución de los EEUU, asume que el ciudadano en su condición de gobernante y gobernado, es un ser guiado por intereses particulares. Para orientar esa energía hacia la obtencion, tanto de la satisfaccion personal, como del bien común, las instituciones adoptan e imponen responsabilidades y garantías para que cada agente sea responsable y responda por sus acciones.
El Estado y su territorio
El territorio es el lugar delimitado por bordes administrativos donde el Estado, en sus respectivos niveles de gobierno, ejerce soberanía. El funcionamiento del Estado, definido a través de las leyes, emplea esas escalas en sus actividades de gestión y construcción del territorio. Los individuos por su parte tienen iniciativa en el cambio del espacio físico de su propiedad, la cual se complementa con una cada vez mayor participación en la asignación de los recursos públicos a escala local principalmente.
El proceso de descentralización de competencias, desde el nivel nacional hacia el local, es clave y se orienta a la administración del presupuesto público en los niveles regional y local. El enfoque territorial del planeamiento y la ejecución presupuestal reconoce esta mayor delegación de responsabilidades, sintetizando o agrupando diferentes sectores alineados bajo la premisa de la provisión de servicios públicos.
Sin embargo la descentralización, también ha resaltado la dificultad en la transformación progresiva de las estructuras regionales y locales frente a nuevos encargos. Aunque el proceso sigue avanzando, los obstaculos se cristalizan en la gestión del presupuesto público, tanto en dificultades administrativas, como en uso indebido o apropiación de los recursos públicos.
El análisis y el control territorial
Vistos los conceptos que fundamentan la creacion de Estados y la materialización de estos en la gestión pública del territorio en sus diferentes escala, se considera a continuación una manera racional de gestión territorial. La palabra racional no se menciona de forma gratuita, pues se refiere a aquel enfoque positivista moderno que considera la cuantificación de la realidad como argumento o evidencia científica, que sustenta y justifica la acción pública en el territorio de su competencia.
De este modo los indicadores se acopian a través de métodos delineados por inmstituciones públicas, y donde la percepción subjetiva es desplazada. Este método asume como materia interte a todos los componentes del sistema territorial tanto aquellos bioticos como abioticos. Este mecanismo de medición y control a la vez, donde se crea un sistema de monitoreo cuyo fin consiste en restringir la libertad del individuo con el fin de proveer certezas a los encargados de la gestión pública y a los interesados en controlar y explotar los recursos comunes.
Frente al modelo racional que homogeniza se opone la auto-organización, conceptualizada por Hayek como orden emergente que maximiza la capacidad de aprendizaje de los individuos. El territorio que emerge de este último es heterogeneo y su funcionamiento es caótico pues es descentralizado. Sin embargo al maximizarse la capacidad de aprendizaje en cada momento, este territorio es flexible y resiliente a efectos externos imprevistos. Lo anterior describe el cambio continuo observado en los espacios territoriales. La dinámica de cambio permanente complica la implementación de controles y de esta manera los individuos construyen socialmente su espacio físico de acuerdo a su conveniencia y jerarquía de intereses.